No se que tan hondo puede calar en el Gobierno una decisión u opinión de Guillermo Moreno, pero me parece que acá están metiendo la pata dónde no deberían hacerlo. Argentina es competitiva por demás en alimentos, no precisa de barreras arancelarias, impedimentos aduaneros, ni nada de eso para proteger la industria alimentaria, y como bien se dice en esta nota de Pág12 (hacer click), las consecuencias diplomáticas y económicas con otros países, son demasiado graves como para intentar neutralizar un mercado nimio (dicen que representa el 1,5% de las ventas de los supermercados).
Sigamos haciendo cosas interesantes, y no nos concentremos en las pelotudeces, Cris.
Sigamos haciendo cosas interesantes, y no nos concentremos en las pelotudeces, Cris.
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