lunes, 23 de julio de 2012

La emigración laboral española, recuerdos de Argentina 2001 (escrito para Ushuaia24 Noticias)

Un artículo publicado el fin de semana en el periódico español El País (www.elpais.es), no hizo más que obligarnos a recordar la inefable etapa económica y social de nuestro país durante los años pre y post crisis 2001. El artículo, bien al estilo autoayuda, pretende constituírse en guía para los habitantes de España en la no tan agradable aventura de intentar conseguir un trabajo fuera de su país.

La nota comienza haciendo una breve descripción de la situación actual del mercado de trabajo y una sintetización sobre las perspectivas de corto y mediano plazo. Nada de lo que se describe es agradable y realmente nos obliga a los argentinos a remontarnos a la época de crisis. En España, actualmente hay una tasa de desocupación del 25% (1 de cada 4 personas consideradas activas, no tiene trabajo) y las perspectivas indican que ese número va a llegar al 30% (quizás superarlo) en unos años.

La caída del producto interno español ya lleva un acumulado de más de 3 años y se habla de que 2012 y 2013 también serán negativos. Sin dudas estos números no son para nada alentadores y van perfilando de algún modo el futuro del mercado laboral de ese país.

En el artículo se citan una serie de posibles destinos que no dejan de ser curiosos. Queda claro que el principal destino es la misma Unión Europea, la migración interna desde aquellos países con altas tasas de desocupación hacia aquellos con tasas relativamente bajas, y siempre hablando con la libertad de moverse dentro de la unión, es inevitable, es por ello que Alemania (entre otros) se presenta como un lugar predilecto a la hora de dejar el país. “Es el momento de los ingenieros, informáticos, profesionales de la salud y comerciales. Gran parte del mundo carece de ellos”, dice el diario español.

Un párrafo que describe muy bien el nivel de necesidad al que se ha llevado al ciudadano español, es el siguiente: “Debe empezar a buscar trabajo desde España, aconseja María José Martín, directiva de Manpower. Y si no encuentra una compañía que quiera ficharle desde aquí, lo que facilita notablemente la emigración y mejora los salarios, láncese a la aventura, apoyado por información y una red de contactos creada previamente”. En concreto, cualquier riesgo, por más grande que sea, es más potable que seguir sumergidos en la miseria laboral española.

Pero un caso llamativo y que para nosotros es una especie de revival pero en dirección contraria, es el de citar a los países latinoamericanos como un destino amigable y con grandes perspectivas de inserción. Argentina, dentro de ese abanico, es el lugar más ameno por varias cuestiones, en primer lugar, hay una colectividad absolutamente arraigada y además está el factor antepasados, en segundo lugar, Argentina no presenta legislación contraria a la inmigración y es junto con México, un destino relativamente sencillo desde el punto de vista legal. “Es más fácil emigrar a Argentina y México que a Brasil y Chile por los visados”, dice El País.

En cuanto a la calificación requerida para ocupar los puestos dónde hay demanda, queda claro que aquellas personas con perfiles más especializados y con niveles de capacitación medianamente altos, tienen mejores oportunidades.

La virulencia con la que esta crisis ha obligado a sucumbir a muchas naciones no tiene parangón, el epicentro está situado en aquellos países desarrollados y no deja de afectar a los estados en desarrollo. Las consecuencias en el mercado del trabajo son graves y elevan la sensibilidad de la gente, tasas de desocupación muy altas y perspectivas de que se sigan agravando. En Argentina la crisis a pegado de manera ambigua, por un lado ha llevado los precios de los commodities a niveles siderales, pero actualmente se está resintiendo la demanda de muchos otros bienes industrializados y no industrializados, por lo que en 2012 se ha visto perjudicada la producción y la generación de puestos de trabajo.

 La complejidad en como se va manifestando la crisis mundial nos obliga a ser cautos y a saber apreciar la situación en la cual estamos, pero también debemos valorar el período de crecimiento sostenido de los últimos años cuando en el mundo desarrollado los países, y principalmente la gente, sucumbían y siguen sucumbiendo. Esto no quiere decir que no estemos preocupados por el futuro, la imposibilidad de proyectar es un factor que impacta en nuestras decisiones y genera incertidumbre.

domingo, 22 de julio de 2012

¿Cómo impacta la crisis mundial en Argentina? (escrito para Ushuaia24 Noticias)

Argentina está inmersa en un mundo complejo desde el punto de vista económico. Los países centrales están viviendo una época extremadamente radical en cuanto al agravamiento de sus números, números que significan más pobres, más desocupados, mayor vulnerabilidad social e incluso una disminución en las expectativas de cara al futuro.

En nuestro país, el daño principal se produce por el lado de las cuentas externas. La caída rotunda de las exportaciones de muchos rubros no hizo más de agravar las proyecciones de crecimiento totalmente deprimidas que se tenían hace unos meses. La venta de autos al exterior cayó en un 36,1% interanual durante el mes de Junio (el 90% va a Brasil), se verifica una caída en las exportaciones de granos por la baja en la producción, ya que los precios de los commodities muestran una tendencia a la alza debido a la grave sequía que padece EEUU (principalmente la soja). También hay otros ejemplos que podemos dar en cuanto a dificultades para colocar productos al exterior, como: carnes (caída en los precios de compra), algunos bienes industrializados, alimentos, etc.

El efecto externo obliga a equilibrar la balanza comercial con una disminución en las importaciones, procurando conservar el superávit comercial debido a la exclusión de nuestro país del mercado voluntario de créditos. Los dólares que ingresan e ingresarán este año, están afectados casi en su totalidad al pago del capital y a los intereses de la deuda externa, cuyos vencimientos se dan durante 2012.

A la vez, la disminución en las importaciones por el cerrojo que se impuso, provoca desabastecimiento en muchas industrias y además frena la inversión en bienes durables. Estos efectos enfrían notoriamente la actividad interna y contribuyen a la caída de la producción, gravemente afectada por el lado de las exportaciones.

La fuga de capitales se va frenando a la fuerza pero el acumulado es importante y es una de las causas graves de no poder generar políticas anticíclicas que no perjudiquen este tema. El gobierno tiene restringidas las libertades para poder utilizar herramientas macoreconómicas del tipo monetario (jugar con los intereses, mover el tipo de cambio, etc.) y algunas del tipo fiscal (bajar o subir impuestos entre otros).

A todo esto, se suma una inflación importante que impulsa la apreciación del peso y deteriora el poder de compra de los consumidores, contribuyendo en forma viciosa al enfriamiento económico. Las personas ya no asumen compromisos de pago a largo plazo, buscando protegerse del clima hostíl que reina en la actividad económica del país, se reducen las exposiciones al riesgo.

Desde el Ejecutivo Nacional se anuncian planes que buscan devolver al país a la rueda del crecimiento (créditos para viviendas, créditos a empresas, créditos a jubilados, anuncios de obras, etc.). El plan Pro.Cre.Ar. es un ejemplo que tiene el objetivo de dinamizar el mercado interno y a través del efecto multiplicador, impulsar el crecimiento económico. Va a ser fundamental que los planes anunciados se vayan ejecutando para no recortar aún más las expectativas de los distintos agentes económicos, a éstas, es fundamental sostenerlas y recuperarlas para que la inversión y el consumo vuelvan a generar que la rueda virtuosa de la economía gire. Actualmente hay un freno notorio en la inversión y además las personas están rediseñando sus planes de consumo, desapalancándose (disminuir la exposición deudora) y buscando nuevas formas de financiar las compras.

Los gobiernos regionales (provinciales y municipales) están obligados a actuar anticíclicamente, deben ser responsables a la hora de gastar el dinero público, ya que los ingresos están siendo afectados por la situación económica pero, es necesario no paralizar las obras que dependen de ellos y frenar aún más a los sectores vinculados a la actividad.

La fuga de trabajadores españoles, una experiencia que vivimos en Argentina durante la crisis de 2001

Todos recordamos cuando en los noticieros de aquella época (2001) se mostraba como la gente se iba de Argentina buscando nuevos horizontes, ya que en este país la crisis hacía estragos. Ahora en España pasa algo semejante, esta nota que salió en El País es muy triste y busca darle al habitante español una idea de hacia dónde disparar.

domingo, 15 de julio de 2012

Hacia un desarrollo económico sustentable de la provincia (escrito para Ushuaia24 Noticias)

Una de las incógnitas que siempre resurge en épocas donde la bonanza económica comienza a mostrar cambios de tendencia, es el de como devolverle esa plenitud al ciclo de crecimiento.

Existen grandes debates en torno a la economía del desarrollo que buscan darles herramientas teóricas y dotar de conocimiento científico a los responsables de llevar adelante las políticas públicas que van definiendo el desarrollo de una Estado.
El desarrollo es un proceso complejo, multifacético, no lineal que depende de las condiciones iniciales de los países y de sus historias económicas, políticas, institucionales y socioculturales. El desarrollo económico de una provincia no escapa a la realidad de la Nación, pero si existen niveles de decisión que pueden encauzarlo por el sendero estratégico que se quiera caminar que, depende de las autoridades que gobiernan esta isla.
La provincia goza de una serie de condiciones naturales que le dan una ventaja competitiva en muchos sectores de la economía con respecto al resto del país. Explotar estas ventajas de base, es necesario para consolidar un crecimiento socioeconómico genuino y sustentable. Tierra del Fuego no se puede dar el lujo de negar su realidad y desconocer los riesgos que implica no depender de si misma de cara al futuro.
La matriz impositiva que reina este sector del país, es de un potencial formidable, potencial éste que debería aprovecharse con decisiones estratégicas que vayan construyendo una realidad socioeconómica autosustentable. El riesgo que implica tener un parque industrial con elevados niveles de sensibilidad, ponen en jaque cualquier desarrollo previsible y conspira contra la consolidación social y económica del territorio.
Las autoridades deberían trabajar en aquellos sectores productivos que son genuinos de la provincia, aquellos sectores que le otorgan un carácter competitivo natural a la economía fueguina. Impulsar y consolidar el turismo, la producción agropecuaria, la industria forestal, la industria pesquera, es fundamental, pero también es necesario avanzar en nuevos desarrollos productivos y promover la creación de nuevas Pymes, que deberían ser los principales jugadores a la hora de estimular el desarrollo.
Otro de los puntos que es indudablemente estratégico a la hora de planificar una economía, es el grado de integración que ella posee, actualmente existe un grado de integración bastante bajo en casi todos los sectores productivos de la isla (realidad que no escapa a la Nación). Trabajar en mayor integración y por lo tanto en incrementar el valor agregado fueguino de los productos de la isla es un camino que podría ser catalogado como una segunda fase de industrialización, no habría que desestimarla.

viernes, 13 de julio de 2012

Argumentos en contra y a favor de la tarifaria (escrito para Ushuaia24 Noticias)

Con la fuerte retracción en la recaudación de muchas provincias e incluso del mismo Estado Nacional, comenzó una etapa de ingeniería tributaria y financiera que, busca saldar la diferencia que se va produciendo entre el crecimiento del gasto y la recaudación que crece por debajo de la inflación (durante 2012 se está registrando esa realidad).
La Provincia de Tierra del Fuego y tantas otras, están elaborando proyectos que van en el sentido de incrementar la presión tributaria, gravando actividades que estaban exentas e incrementando las tasas en algunas otras.
Cuando se habla de impuestos, tasas y contribuciones, cuando hablamos de la participación del Estado en la actividad económica (intervención), encontramos argumentos para todos los gustos. Hay sectores que históricamente sostienen que la elevada presión tributaria ahoga la actividad económica y conspira contra el desarrollo y el libremercado, hay otros sectores que sostienen que la presencia del Estado como regulador, recaudador y distribuidor es esencial para un crecimiento con equidad y con planificación. La realidad es que todo depende del proyecto que se esté queriendo llevar a cabo y del tipo de Estado que querramos, pero tambien depende de muchas otras circunstancias particulares, por ejemplo como las que tiene Tierra del Fuego como Provincia (sociales, culturales, económicas, etc.).
El gran desarrollo económico y social de la Provincia de Tierra del Fuego nace con la sanción de la ley 19.640 que, promueve una corriente de inversión y el poblamiento migratorio del territorio. La ley se sanciona en 1972 y comienza a hacerse efectiva años después, su primer auge se produce durante la década del ’80, se sufre la década del ’90 y con el kirchnerismo resurge de una manera impresionante. La prórroga del beneficio hasta el 2023 sumado a una cantidad de decretos y resoluciones que ampliaron el alcance a nuevos productos, hicieron que durante los últimos años se canalicen nuevas inversiones y un renovado flujo migratorio hacia la provincia.
El crecimiento demográfico y económico demanda un estado más presente para saldar y corregir las inequidades que surgen de sectores más productivos que otros y la inevitable crisis social que se genera cuando la inmigración viene a un lugar sin contemplar los riesgos que ello implica (sin casa, sin trabajo, a lo que surja). Un Estado más presente implica un Estado que recaude más, pero también significa que es necesario un Estado que gaste mejor, que los recursos sean aplicados a mitigar aquellas necesidades que surgen de lo anteriormente descripto (mayores y mejores hospitales, mayores y mejores rutas, calles y avenidas, mayores y mejores escualas públicas, mayores y mejores servicios públicos, etc.).
Un incremento de la presión impositiva puede ahogar el crecimiento económico si no está diseñado de forma coherente. Un impuesto que sea trasladable al consumidor, puede afectar al consumo y provocar una retracción importante en la demanda agregada, en cambio, un impuesto que sea progresivo como lo es el impuesto a las ganancias, suele tener un efecto redistributivo que en líneas generales, promueve el crecimiento económico y con síntomas de equidad social.
Como la ley 19.640 exime a los habitantes de Tierra del Fuego de tributar ganancias e IVA, los principales tributos que afectan a sus habitantes, vienen impuestos por el Estado fueguino y sus municipios (ABL, tasas, contribuciones, etc.). Estos tributos son fundamentales para el funcionamiento del Estado municipal y también del Provincial (salarios públicos, funcionamiento de las instituciones, servicios públicos, etc.).
Existen tributos que tienen un carácter progresivo innato y que afectan mayormente a los que más ganan en pos de aquellos que lo hacen en menor medida. Sin embargo, hay tributos que tienen en su esencia un carácter distorsivo y que se fundan únicamente en el afán de recaudar para el funcionamiento del sector público, uno de esos tributos es Ingresos Brutos. Este tributo tiene la característica de gravar los ingresos independientemente del margen de ganancia que se tenga, lo que obliga al comerciante a trasladarlo al consumidor, ampliando la brecha entre el precio y los costos, el empresario mejora el margen para no verse afectado por el tributo. Dado que en TdF no se paga el Impuesto a las Ganancias, la transferencia del incremento en Ingresos Brutos al precio no tiene ningún saldo negativo para el comerciante o empresario, que no tributa ganancias. En resumen, podríamos afirmar que en Tierra del Fuego, Ingresos Brutos funciona en forma similar al IVA, ya que la transferencia es inmediata al precio y termina afectando únicamente al consumidor final, y como contrapartida, incrementa el margen de ganancias antes de impuestos del comerciante o empresario, afectando regresivamente la matriz impositiva.
Para agregar un punto más, el costo fiscal de sostener la ley 19.640 recae exclusivamente sobre el Estado Nacional, es decir, son afectados los 40 millones de argentinos para favorecer el desarrollo de una provincia que interesa estratégicamente. Es injusto que la promoción recaiga exclusivamente sobre la Nación y el Estado fueguino no haga esfuerzos en igual sentido, por este motivo es importante que los tributos sean coherentes con este hecho.
Con todo esto lo que queremos decir es que, los tributos y sus incrementos no son malos ni buenos per se, deben formar parte de una visión de Estado y ser coherentes con el origen socioeconómico de la Provincia, que fue favorecida por una ley Nacional que promovió su poblamiento y su desarrollo económico.

lunes, 9 de julio de 2012

Algún día tendremos una industria competitiva capaz de generar exportaciones de alto valor agregado?

Los últimos años han sido inigualables para el crecimiento económico argentino, haber crecido a un ritmo promedio de 7,5% durante 8 años no tiene equivalente en la historia económica del país.


Sin embargo, no todo es color de rosa, Argentina todavía está lejos de haber consolidado una estructura productiva que empuje el crecimiento sostenido durante un largo período. El crecimiento durante estos años se ha debido principalmente a la utilización de la capacidad ociosa y a la expansión de la industria que abastece al mercado interno, gran parte de ésta promovida por una política de sustitución forzada de importaciones.
Este detalle no es menor, ya que el gran flagelo que ha derribado muchos intentos de establecer un parque industrial genuino y que empuje el crecimiento económico nacional, se vió fracasado por el cuello de botella que se genera en las cuentas externas (las importaciones crecen y las exportaciones no suelen acompañar). El crecimiento del PBI va demandando mayor cantidad de insumos importados, bienes de capital importados, energía importada, etc., esto, y sin haberse producido una reestructuración del sistema productivo, lleva en sí mismo a la constitución del cuello de botella antes señalado.
La solución a este dilema es ir regulando el crecimiento y promover la inversión en aquellos sectores generadores de insumos para la industria manufacturera, pero además, es necesario que el ritmo de crecimiento sea el adecuado, la reestructuración del sistema productivo no se puede dar de la noche a la mañana. Las inversiones necesarias son importantes pero además, el cortoplacismo con el cual se suele invertir en Argentina exige que el Estado esté presente en ese camino necesario que debe transitar la economía argentina.
El camino de la sustitución de importaciones y el de la generación de industrias exportadoras requiere de una presencia importante del Estado, de la audacia de la clase empresaria y de la conjunción de objetivos entre los distintos sectores que forman parte del conglomerado productivo (empresarios, trabajadores y Estado).
Lamentablemente no se ve muy claro que el crecimiento de estos últimos años haya ido en ese camino. El incremento de las exportaciones fue importante, pero fue liderado por el sector agrícola y algunas industrias de origen agropecuario, un problema de este sector a la hora de planificar su expansión, es que es de naturaleza inelástica, es de mano de obra extensiva y además los precios son inestables (commodities). Las MOI crecieron también, pero en Argentina son básicamente  industrias que demandan insumos importados (las terminales automotrices se abastecen en un 70% de insumos importados) y que sin haberse producido una conversión estructural, juegan en contra de la sustentabilidad del programa económico de crecimiento.
A nivel mundial y de forma histórica, los casos más paradigmáticos y hacia los cuales todos queremos ir, son el de Corea del Sur y el de Japón. Estos dos países han sido claros ejemplos de economías absolutamente limitadas que han vivido un auge expansivo en su PBI durante muchos años, auge sostenido por un desarrollo industrial implacable y que hoy les permite ser líderes en infinidad de rubros a nivel mundial. Empresas como Toyota, Nissan, Sony, Samsung, LG, Hyundai, Daewoo, etc., han copado la realidad diaria de los habitantes de todo el mundo, son marcas que están en todos los productos tecnológicos que una persona pueda poseer. Automóviles, televisores, computadoras, microprocesadores, todos estos son algunos de los productos que estos países asiáticos proveen al mercado mundial.
Nadie discute que el bienestar de la población depende de la consolidación de una matriz productiva que requiera mano de obra suficiente para bajar la tasa de desocupación a niveles socialmente aceptables (ver gráfico de la evolución de la tasa de desempleo en Argentina). Este tipo de industrias además de mostrar gran elasticidad (es decir, capacidad de que la demanda crezca a ritmos mayores ante una variación del PBI, en comparación a la demanda de bienes de origen primario, que crece muy lentamente), es un sector de mano de obra intensiva (emplea más personas por unidad monetaria producida).


Ahora, la pregunta que nos hacíamos al principio, ¿Argentina va a llegar algún día a constituirse en un exportador de bienes industrializados de alto valor agregado?. El proceso de conversión industrial es lento y requiere de un gran plan, precisa de un Estado preparado para el desafío pero además de un conjunto de empresas deseosas de afrontar el compromiso de avanzar hacia un mundo complicado y altamente competitivo (la crisis actual, como novedad, muestra señales de proteccionismo en casi todos los países para la comercialización de bienes industrializados). Probablemente el día que veamos autos exportados con componentes nacionales mayores al 50% de su valor nunca llegue, pero  Argentina tiene la capacidad para hacerse fuerte en otros sectores de la industria para la cual tiene ventaja competitiva, estos sectores necesitan de actores que estimulen su crecimiento y promuevan la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Ese momento aún no llegó y si no reencauzamos el rumbo, probablemente tarde mucho más de lo deseable.

viernes, 6 de julio de 2012

Qué sucede con la economía argentina?

Seguramente todos ya hayan escuchado algún que otro comentario que demuestra preocupación en cuanto al porvenir económico de Argentina. Sin dudas un análisis que deje de lado el contexto grave y complicado que vive la economía a escala mundial, no tiene sentido, por ello intentaremos dar un parecer un poco coloquial de lo que está pasando.

A nivel mundial, se vive una etapa de crisis muy complicada en términos económicos y también sociales (lo segundo siempre está atado a lo primero), esto comenzó, para poner un hito, con la caída de Lehman Brothers en Estados Unidos en el año 2008. En Argentina tuvo un impacto importante que hizo sentir los efectos durante gran parte del año 2009, muchas empresas dejaron de invertir, las ventas mostraron síntomas de retraerse con consecuentes despidos y suspensiones en las fábricas, además se resintieron las cuentas externas, vitales para el actual ciclo económico.

Ya durante la segunda mitad de 2009 los números comenzaban a remontar y terminarían haciendo de base para un proceso expansivo importantísimo durante los años 2010 y 2011, creciendo a tasas chinas que darían un impulso tremendo a la reelección de Cristina Fernández.

Lamentablemente, durante esos 2 años, en el resto del mundo se siguieron dando sucesos absolutamente encadenados y que forman parte de lo que comenzó durante 2008. El foco de la crisis se trasladó desde Estados Unidos a la Unión Europea, los países que se denominan PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) mostraban ser los más afectados por la crisis de las subprime y todas las miradas apuntaban a sus cuentas.

Hoy, luego de un largo proceso de vaivenes dentro de la UE, los PIGS están aplicando políticas de ajuste promovidas por la alianza francogermana que es la que lidera la estrategia de salvataje y saneamiento de las cuentas de los países europeos. Por supuesto que esto está impactando porque la retracción de estas economías repercute en las exportaciones de los países en desarrollo, caen los volúmenes comercializados pero también se ven afectados los precios. A la vez, la guerra devaluatoria impacta en aquellas economías no preparadas para afrontar una lucha de esa magnitud, afectando gravemente la competitividad de nuestros países.

La producción industrial en Argentina no es ajena a todo esto y ya se están viendo síntomas en algunos sectores. El caso más evidente es el de la industria automotriz, cuyo principal destino es Brasil, la caída en las compras de nuestro principal socio comercial afectó gravemente la producción del sector, provocando suspensiones importantes en algunas plantas. En Argentina los patentamientos también están verificando caídas con respecto al año 2011, sin embargo, y debido a las restricciones de Moreno, el share de los autos fabricados en el país es más importante que en años anteriores pero no alcanza para revertir la caída en las compras del país vecino.

Existen otros sectores que están siendo afectados por el efecto externo, pero también hay inconvenientes internos que perjudican el ciclo de expansión de la economía. La gran revaluación que tuvo el peso argentino hasta el día de hoy (por una tasa de inflación muy superior al ritmo devaluatorio, durante muchos años) está afectando la competitividad. La manera que encontró el gobierno para poder combatir la revaluación de la moneda es restringiendo las importaciones, esto funcionó relativamente bien hasta ahora, pero como la bonanza en muchos de nuestros socios ya no es tal, las represalias ahora se sienten y ya no es tan sencillo colocar nuestros productos sin permitir el ingreso de los de ellos. Un caso paradigmático en este sentido es el del acuerdo comercial para autos con México y el del ida y vuelta con el gobierno brasileño en cuanto al ingreso de productos desde ambos países (recordar el caso Nucete que salió en todos los noticieros).

Para terminar, seguramente esto no tenga una solución mágica ni dependa exclusivamente de la cintura del gobierno. Hay factores que de alguna forma  ayudan a sortear este invierno, la soja está escalando a niveles siderales y balancea la baja en las exportaciones de otros rubros como el automotor. Sin embargo, es vital revertir la senda descendente en las exportaciones industriales porque son las que más impactan en el nivel de empleo. El mercado interno muestra síntomas de saturación y ya no es tan sencillo fogonear el consumo como se hizo en 2009, el gobierno ya no tiene tanta holgura financiera y los distintos estados provinciales, e incluso el nacional, muestran señales de déficits en sus cuentas.

domingo, 1 de julio de 2012

"Regresivo" by Alfredo Zaiat


Los niveles de pobreza siguen siendo significativos, la informalidad laboral alcanza a un tercio de la población y aún persisten importantes bolsones de desigualdad. El déficit habitacional es agudo, un porcentaje de la población no accede a infraestructura básica de servicios esenciales y todavía existen sustanciales brechas educativas según estratos socioeconómicos. El desempleo y el subempleo involucran al 14,5 por ciento de la población económicamente activa, el regresivo Impuesto al Valor Agregado se ubica en un elevado 21 por ciento y las jubilaciones mínimas son insuficientes. Este marco general convive con años donde han avanzando indicadores sociales, económicos y laborales, mejoraron las condiciones materiales de los trabajadores y a la vez se revirtió la tendencia negativa en la distribución del ingreso, ganando posiciones los sectores postergados por décadas. Esto significa que pese a la recomposición de la situación sociolaboral aún se mantienen rasgos estructurales de profunda desigualdad.

En el espacio de disputa política, algunos enfatizan la primera parte de ese cuadro, que la oposición con legitimidad señala, y otros destacan la segunda parte, que lo hace el Gobierno también con legitimidad para mostrar logros de su gestión. El escenario socioeconómico tiene la suficiente complejidad como para no poder reducirlo a esquemas analíticos binarios. Esas posiciones enfrentadas generan acalorados debates. Unos pueden estar más o menos de acuerdo con una u otra perspectiva. Pero la discusión sobre el impuesto a los ingresos de los trabajadores en relación de dependencia, conocido como Impuesto a las Ganancias Cuarta Categoría, ha alterado ese choque de ideas. La ha conmovido porque quienes critican el deterioro del panorama social y empleo y reclaman iniciativas transformadoras para repartir mejor la riqueza se movilizaron y protestaron para eliminar ese tributo, o subir el mínimo no imponible, que hoy alcanza a apenas el 8 por ciento del total de los ocupados, y al 19 por ciento de los trabajadores registrados.

La renta financiera está exenta del Impuesto a las Ganancias. Los ingresos de los jueces no están gravados. La ganancia de capital tampoco está alcanzada por el impuesto. Las mineras preservan un esquema tributario privilegiado. La alícuota del IVA es muy alta y todavía no se dispuso su exención para, al menos, el consumo con la tarjeta de los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijos. El aspecto más desconcertante de la protesta es que la existencia de todas esas inequidades tributarias, que el Gobierno mantiene, ha sido el principal argumento para proponer una medida que tornaría más regresivo el sistema impositivo. O sea, si el régimen es injusto, habría que eliminar entonces sus contornos progresivos para equilibrarlo hacia lo malo del sistema. Todo dicho levantando la bandera de pelea por una mejor distribución del ingreso.

Un documento de estudio que está en preparación por un grupo de investigadores del Conicet, liderado por el economista Demian Panigo, evalúa en términos de reparto de riqueza la propuesta gremial de eliminación del Impuesto a las Ganancias para trabajadores en relación de dependencia y también del tope de 5200 pesos para asignaciones familiares. Las conclusiones preliminares de esa investigación brindan resultados sustanciales para medir con rigurosidad el impacto sobre la distribución del ingreso del reclamo sindical, que ha estado acompañado por la denominada centroizquierda y una fracción de la izquierda.

El avance de la investigación arroja los siguientes resultados:

Si se eliminara el Impuesto a las Ganancias Cuarta Categoría, el Estado dejaría de recaudar unos 21.000 millones de pesos en el año. Monto calculado según la Encuesta Permanente de Hogares, sin incluir a la población rural. Por lo tanto, esa suma sería un piso.

Estos 21.000 millones de pesos quedarían casi en su totalidad en manos de la población que ocupa el primer decil de ingresos. O sea, el grupo que integra el 10 por ciento que más gana en la estructura de ingresos totales.

El 98 por ciento de esos recursos pasaría a bolsillos del primer decil de ingresos.

Ese reparto de dinero tendría como saldo que aumentaría un 11 por ciento la desigualdad medida por brecha de ingresos, y casi 2 puntos porcentuales más en el Coeficiente de Gini.

En otras palabras, para los tres deciles de ingresos más bajos, es decir, los más pobres, esa reforma no los beneficiaría en nada. No recibirían ni un peso adicional a sus magros ingresos.

Gustavo Arballo desarrolló en su blog “Saber leyes no es saber derecho” varios ejemplos para mostrar cómo impactaría la suba del mínimo no imponible entre los trabajadores alcanzados por el tributo según la escala de ingresos. El resultado es que favorecería proporcionalmente más a los trabajadores de más altos ingresos. “El impacto es regresivo –el impuesto en su todo sigue siendo progresivo–, pero el beneficio resultante del aumento favorece a los que más ganan”, asegura. Dice que no representaría una ventaja perceptible para los que ganen de 6000 a 10.000 pesos, en el caso soltero sin hijos que tiene menos deducciones para hacer y, por lo tanto, es el más exigente. Para casados con dos hijos, el beneficio sería mínimo.

Respecto de las asignaciones familiares que perciben los asalariados registrados, un reciente informe de Cifra-CTA destaca que entre 2008 y 2011, los salarios registrados crecieron por encima del nivel de aumento de precios (Cifra no toma en cuenta el IPC Indec, sino el IPC-7 provincias) pero, al mismo tiempo, no se actualizaron en la misma magnitud los montos salariales que marcan los límites para cobrar asignaciones familiares. La mejora del salario real junto a esa desactualización ha llevado a que haya disminuido el porcentaje de asalariados que percibe la asignación familiar por hijo del régimen contributivo. El informe no menciona que una parte de esos trabajadores pasaron a deducir de la base imponible del impuesto a las ganancias la carga por hijos, lo que implica indirectamente la cobertura de la asignación familiar. Los trabajadores que quedaron sin asignación familiar por hijo son los que cobran 5201 pesos hasta el monto del mínimo no imponible, de soltero o casado. Ese espacio nebuloso debe ser abordado por el Gobierno, además del aumento del monto de las asignaciones, tanto del régimen general como de la AUH.

El estudio de esos investigadores del Conicet incluyó también la evaluación de la propuesta gremial de eliminar el tope de 5200 pesos de salario para asignaciones familiares. El resultado de esa medida sería que la Anses tendría un costo de 2500 millones de pesos, y más del 50 por ciento de eso monto sería redistribuido en los primeros tres deciles (30 por ciento) de la estructura de ingresos.

La eliminación del Impuesto a las Ganancias Cuarta Categoría y del tope de 5200 pesos para asignaciones familiares implicaría una merma de recursos del Estado de por lo menos 24.000 millones de pesos. El 90 por ciento de esos fondos se destinaría a los estratos de altos ingresos. “Equivalen a dos presupuestos anuales de Asignación Universal por Hijos”, calculó el equipo de Panigo. Dividiendo los ingresos por mes y por persona en cada familia del país, la propuesta gremial significaría un aumento promedio de 21 centavos para cada trabajador de bajos ingresos y más de 155 pesos para cada uno de altos ingresos. En el debate sobre progresividad del sistema tributario y distribución de la riqueza, ese proyecto se considera regresivo.

sábado, 30 de junio de 2012

El regodeo de la recesión

Marcelo Zlotogwiazda, Periodista


Esta no es una columna de economía. Comienza presentando a Marcelino Cereijido, un argentino doctorado en fisiología, con posgrado en Harvard, actividad docente en las universidades de Munich y Nueva York, y que entre sus varias distinciones cuenta con Premio Nacional de Ciencias y Artes y el Premio Internacional de Ciencias Bernardo Houssay otorgado por la Organización de Estados Americanos.
Ha escrito centenares de artículos científicos y varios libros. El último se titula Hacia una teoría general sobre los hijos de puta -Un acercamiento científico a los orígenes de la maldad. Ahí relata el siguiente caso: “En 1937, Albert Szent-Györgyi recibió el Premio Nobel por sus descubrimientos sobre el metabolismo, en especial el relacionado con la vitamina C. Al verse con una suma de dinero tan grande, se asesoró acerca de cómo manejarla y le aconsejaron comprar ciertas acciones que subirían mucho de precio si llegaba a estallar la segunda guerra mundial. En pocos meses, el escenario europeo se puso muy belicista y Szent-Györgyi pudo comprobar que el consejo comenzaba a surtir efecto y sus acciones estaban subiendo de precio en la bolsa. De pronto, según narra en su autobiografía, descubrió azorado que estaba leyendo ávidamente los periódicos con cierta esperanza de que estallara la guerra. Horrorizado vendí mis acciones y me puse a averiguar cuáles se depreciarían en caso de que el conflicto armado se tornara inevitable. Las compré. Perdí mi dinero, pero salvé mi alma”.
En la Argentina polarizada de estos tiempos se percibe que también hay alguna gente que lee ávidamente los periódicos deseando enterarse de que estalla la economía. Pero a diferencia de Szent-Györgyi no están motivados por la avaricia sino por el odio hacia el gobierno, aunque digan con hipocresía “quiero que a Cristina le vaya bien porque de esa manera yo voy a estar mejor”. Y ese sentimiento es tan visceral que no pueden reprimirlo como hizo Szent-Györgyi.
Y en estas últimas semanas se los nota algo eufóricos, porque la verdad es que abundan noticias negativas sobre la economía que ni los diarios oficialistas pueden omitir del todo. A lo sumo, como Cristina, atribuyen las malas nuevas a que el viento ahora viene de frente sin conceder ninguna responsabilidad a la política económica local.
También se advierte en varios economistas cierto regodeo en poder pronosticar futuros peores, pero ahora ya no sólo como una expresión de deseo sino sustentado en datos reales. De todas maneras, parece que no pueden resistir la tentación de exagerar. Los recortes en las proyecciones de crecimiento que han realizado todos vienen acompañados en algunos casos de planteos de escenarios de recesión que no surgen claramente de sus propios números. El último informe de la consultora Economía & Regiones vaticina para este año que el PBI crecerá entre 1,7 y 2,8 por ciento. Pero se pregunta: “El actual enfriamiento del nivel de actividad desembocará en una recesión? ¿Dicha recesión será corta y con salida rápida como en 1995 y 2009, o será larga y desembocará en crisis como en 1998/2002?” Agrega que “es de esperar que el actual enfriamiento se prolongue en los próximos trimestres convirtiéndose probablemente en recesión, dado que los drivers económicos que dieron lugar a la fase expansiva ya no están presentes, y habría baja probabilidad de que vuelvan a escena”. ¿No era que el PBI va a crecer entre 1,7 y 2,8 por ciento?
En el caso de los economistas del Banco Ciudad que conduce Federico Sturzenegger, se sostiene que “las jornadas de alta tensión política vividas durante la última semana hicieron pasar casi inadvertida la divulgación de los primeros números rojos acerca de la marcha de la economía, los cuales anticiparon para el segundo trimestre el escenario recesivo que muchos observadores preveían para la segunda mitad del año”.
¿Ya estamos en recesión? El último dato agregado oficial disponible -el Estimador Mensual de la Actividad Económica- en abril dio todavía levemente positivo, aunque el Indice General de Actividad de Orlando Ferreres registró en mayo una caída del 1,2 por ciento respecto a igual mes del año pasado. “El panorama luce negro -vaticina el ex viceministro- ya que aún si la economía se estabilizara en los niveles de mayo el crecimiento del año sería nulo”.
Desde Econométrica, Mario Brodersohn traza un horizonte similar: “Los últimos relevamientos sugieren que muy probablemente la economía argentina ingrese en una fase recesiva del ciclo en la segunda mitad del año” .
Cualquier manual de economía enseña que recesión es una caída del nivel general de actividad económica (PBI) durante un período prolongado de tiempo, que cierta convención establece en dos trimestres consecutivos. Desaceleración es otra cosa. Y estancamiento otra distinta.
Con una mano en el corazón y absoluta sinceridad: ¿Qué esas palabritas estén dando vuelta con bastante asidero no agita en usted perversas sensaciones de regocijo? ¿Acaso un agradable cosquilleo?
En su ensayo sobre los hijos de puta, el académico Cereijido describe un comportamiento que bien se corresponde con una de las características del gobierno que provocan el perverso odio de algunos opositores. Escribe: “Las temáticas psicológicas y sociales de Henrik Ibsen son tan sutiles y sugerentes que invitan a seguirlo. En su poema Brand, este autor explora su presunción de que un idealista obstinado puede consolidarse en un tremendo hijo de puta que da rienda suelta a su extremismo. El personaje del clérigo Brand manifiesta su extremismo a través del mecanismo del todo o nada, destruyendo lo que (para él) es el mal y al mismo tiempo propiciando (lo que para él es) el bien, y llega a sacrificar a sus amigos, a su esposa y a su propia madre”.

viernes, 22 de junio de 2012

"Cuando los académicos avalan a los predadores" by Simon Johnson

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WASHINGTON, DC – ¿Son aún las grandes universidades estadounidenses los templos del saber, las fuerzas directrices del progreso tecnológico, las proveedoras de oportunidades que alguna vez fueron? ¿O se han convertido, en parte, en cómplices inescrupulosos de élites económicas cada vez más rapaces?

Cerca del final de Inside Job, documental de Charles Ferguson por el que ganó un Óscar [conocido en español como Dinero sucio o Trabajo confidencial], el director entrevista a varios importantes economistas y les pregunta por su labor remunerada como propagandistas de las prácticas deshonestas y la excesiva asunción de riesgos a las que se entregó el sector financiero en las preliminares de la crisis de 2008. Algunos de estos destacados académicos recibieron sumas importantes por promover los intereses de grandes bancos y otras empresas del sector financiero. En el documental y en un libro reciente muy revelador, Predator Nation [Nación de predadores], Ferguson muestra que muchos ejemplos de esas remuneraciones todavía no terminan de salir a la luz del día.

A las actividades de estos bancos les cabe perfectamente el calificativo de “predatorias”. Pero como la caída de estas instituciones causaría graves perjuicios al resto de la economía, se les otorgan medidas de protección exclusivas; por ejemplo, líneas de crédito especiales financiadas por los bancos centrales y regulaciones más flexibles (medidas que ya se han anticipado o anunciado hace pocos días en los Estados Unidos, el Reino Unido y Suiza).

Estas medidas alientan a los directivos de los bancos a empeñarse en un gran número de apuestas muy arriesgadas, que en parte no son otra cosa que juegos de azar. Los bancos ganan si las cosas salen bien, pero el riesgo de pérdidas es, en gran medida, problema de otros. Es un esquema de subsidios estatales, peligroso y sin transparencia, que en definitiva supone enormes transferencias de dinero de los contribuyentes a unos pocos financistas encumbrados.

Para proteger la continuidad del esquema, los megabancos multinacionales entregan grandes sumas de dinero a los políticos. A modo de ejemplo: hace poco Jamie Dimon (director ejecutivo de JPMorgan Chase) testificó ante la Comisión de Asuntos Bancarios del Senado de los Estados Unidos en relación con la aparente falla de gestión de riesgos que causó a su empresa pérdidas por un valor estimado de siete mil millones de dólares. OpenSecrets.org estima que en 2011, JPMorgan Chase (el holding bancario más grande de los Estados Unidos) gastó cerca de ocho millones de dólares en aportes a campañas políticas, y que Dimon y su empresa hicieron donaciones a la mayoría de los senadores que integran la comisión. A nadie puede sorprender entonces que las preguntas de los senadores hayan sido mayoritariamente amables y que la estrategia general de cabildeo de JPMorgan Chase le esté dando rédito; es probable que la “investigación” que debería dilucidar una mala administración irresponsable y con posibles consecuencias sistémicas termine convertida en una tapadera.

Para sostener su estrategia política, los megabancos multinacionales también conducen una muy elaborada operación de desinformación y propaganda, cuyo objetivo es recubrir con algo de respetabilidad los subsidios que reciben. Y es aquí donde entran en juego las universidades.
 
En una mesa redonda celebrada hace poco por la Comisión de Comercio en Futuros sobre Mercancías de los Estados Unidos (CFTC), el representante del sector bancario que estaba sentado a mi lado citó, en apoyo de su posición contraria a cierta regulación, un artículo de investigación de un destacado profesor de finanzas de la Universidad Stanford. Pero omitió mencionar que por escribir ese artículo, el profesor recibió 50.000 dólares de un grupo de intereses sectoriales, la Asociación de Mercados Financieros y de la Industria de Valores (SIFMA). (El profesor, Darrell Duffie, hizo público el monto de sus honorarios y los donó a obras benéficas.)

¿Por qué deberíamos darle crédito a ese trabajo, o darle más crédito que a otros trabajos de consultoría remunerados, por ejemplo, los que hacen bufetes legales u otras entidades que trabajan para el sector empresarial?

La respuesta tal vez sea que la Universidad Stanford es muy prestigiosa. Es una institución que ha hecho cosas muy importantes. Y su plantel docente es uno de los mejores del mundo. Cuando un profesor escribe un artículo a pedido de un grupo empresarial, lo que hace el grupo es aprovechar (y en cierto sentido, rentar) el nombre y la reputación de la universidad. Naturalmente, la persona que mencioné antes, al citar el artículo, recalcó el nombre “Stanford”. (Con esto no pretendo criticar a esta universidad en particular; de hecho, otros miembros del plantel docente de Stanford, como Anat Admati, están entre los primeros en promover que se implementen reformas razonables en el sector.)
Ferguson cree que en general, esta forma de “consultoría” académica está descontrolada. Comparto su opinión, pero añado que ponerle freno será tarea difícil mientras las universidades y los bancos “demasiado grandes para quebrar” sigan tan interconectados como ahora.
En este contexto, sufrí hace poco una decepción al leer en The Wall Street Journal una entrevista a Lee Bollinger, presidente de la Universidad de Columbia. Bollinger es un director “clase C” del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, designado por la Junta de Gobernadores del Sistema de Reserva Federal para representar el interés público.

En lo que parece ser su primera entrevista o declaración pública relacionada con la reforma del sistema bancario (incluso, la primera sobre asuntos financieros), Bollinger insistió en que Dimon debe conservar su puesto en la junta del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Usó para ello un vocabulario extraño viniendo de un académico, cuando dice que los que insinúan que Dimon debería renunciar o ser reemplazado son “tontos” (foolish) o tienen una “idea equivocada” de cómo funciona el sistema en realidad.

En este momento estoy peticionando a la Junta de Gobernadores que destituya a Dimon de su puesto. La petición electrónica en change.org ya ha recibido casi 37.000 firmas, y soy optimista: creo que pronto tendré una reunión para analizar el asunto con el nivel superior de la Junta en Washington, DC.

Tal vez la intervención de Bollinger beneficie a Dimon; después de todo, la Universidad de Columbia es una de las más prestigiosas del mundo. Pero también podría resultar productiva en otro sentido: el de fomentar un debate público respecto de cómo hacen los bancos “demasiado grandes para quebrar” para mantener los subsidios implícitos que reciben.

Respecto de la posición de Bollinger, he escrito una refutación detallada, y espero que Bollinger, en un espíritu de diálogo académico abierto, me responda de alguna manera pública, sea por escrito o accediendo a debatir el tema conmigo en persona. Es necesario un diálogo más visible respecto de cómo reformar la relación enfermiza que hay entre las universidades y las instituciones financieras subsidiadas de todo el mundo, como JPMorgan Chase.

lunes, 4 de junio de 2012

Interesante blog de finanzas

Del Director de la Maestría en Finanzas de la UTDT. Hay artículos muy buenos sobre la crisis mundial.

http://gfermo.blogspot.com.ar/

DiKtadura (?)

Estamos viviendo una nueva etapa en la cual la intolerancia democrática hace pie nuevamente. Se vuelven a escuchar voces que denostan a la dirigencia política actual pero, además, agreden y sancionan (desde la palabra) a quienes dieron su voto y legitimaron la renovación de mandato de CFK.

Es incuestionable la legitimidad con la que actualmente (y a tan solo 7 meses de haberse realizado la elección) gobierna el Frente para la Victoria, el kirchnerismo ganó con el 54% de los votos y en prácticamente todos los estratos sociales, incluso el campo ha votado al justicialismo alineado a Cristina. Esto demuestra de una manera contundente que la base de legitimación del gobierno excede a aquellos sectores anteriormente segregados y que ahora, en teoría de quienes menosprecian lo realizado, orientan su voto por un “plancito” conseguido. La clase media ha sostenido en las urnas a este modelo de gestión y aquellos que lograron salir de la pobreza fueron mucho más contundentes. No le busquemos la quinta pata al gato, el gobierno actual ganó y quienes están en desacuerdo deberían ir viendo la posibilidad de armar un oferta decente para aquellas personas que no se siente representadas.

Los gobiernos presidencialistas de alguna manera se plebiscitan en cada elección, si el gobierno actual no logra contentar o sostener los votos logrados, el año que viene va a perder representación en las cámaras (hay elecciones legislativas) y por lo tanto se van a incrementar las dificultades para lograr mayorías. Si alguna persona está en desacuerdo con la gestión actual, sancione en las elecciones al cristinismo.

No nos envalentonemos y seamos democráticos, protestemos y reclamemos los avasallamientos, pero no podemos deslegitimar medidas que van orientadas a lo que se venía haciendo, mucho menos si ahora son refrendadas por las cámaras del Congreso. Mucho pero mucho menos, si son avaladas por la CSJN.

Seamos democráticos, la democracia se hace y se construye todos los días. No pidamos combatir una supuesta "dictadura" con la "dictadura de los iluminados", con la dictadura de "la aristocracia que sí sabe elegir gobierno", en teoría.

sábado, 2 de junio de 2012

Quejarse

Una de las cuestiones que más me asombran y que me asombraron desde siempre, es la forma eficaz con las que determinados sectores socioeconómicos poderosos suelen transmitir su descontento y calar hondo en personas que los representan y en tantas otras que aprovechan o se solidarizan por sentirse afines a esos intereses.

El dólar
Si uno se guía efectivamente por los sucesos que fueron dándose en los últimos meses, a la conclusiónque se llega en cuanto al motivo específico que dio rienda suelta al reclamo cacerolero del día jueves, es sin dudas el dólar, dólar que es en un sector pudiente de la sociedad, el principal elemento de poder económico (y por qué no político?) para poder seguir conservando determinados privilegios y gozar de una estabilidad que, en sentido regresivo desde el punto de vista social y económico, les da esta moneda en tiempos tormentosos y no tormentosos.

Es de público conocimiento que el acceso al dólar no es popular (no todo el mundo tiene la capacidad económica) y que los que tienen la capacidad de ahorrar en esa moneda son los menos. Es evidente que ninguna economía tiene la posibilidad real de garantizar a todos sus ciudadanos la oportunidad de convertir sus bienes que están en moneda local a la moneda estadounidense, motivo por el cual deben existir, y de manera necesaria, determinados elementos que permitan regular el acceso a dicha moneda. Países como Brasil y como México, tienen una dependencia mucho menor que la Argentina, esto se da por motivos culturales, pero también se da por motivos de regulación económica y fiscal, el ciudadano mexicano común no tiene la posibilidad (siempre y cuando cuente con los recursos económicos necesarios) de convertir sus bienes dinerarios a moneda estadounidense de manera tan sencilla, es quizás igual o más complicado que en Argentina (recordemos que la economía de México depende casi exclusivamente de su vínculo comercial con Estados Unidos, más allá de las características de índole geográfica que unen a ambas naciones).

Por estos motivos, creo que evidentemente el cepo al dólar ha despertado un descontento cierto en un sector poderoso pero bastante minúsculo de la sociedad. Lamentablemente todos estamos predispuestos por una cuestión histórica a sentirnos afectados cuando somos testigos de movimientos agresivos en el mercado cambiario, tenemos una carga histórica importante que incluso alcanza a afectar a aquellos sectores que quizás nunca hayan poseído un dólar en su poder. Es importante y necesario avanzar en una desconexión interna con respecto a la moneda extranjera más poderosa del mundo, Argentina necesita por una cuestión de soberanía económica, pasar de un bimonetarismo que durante tantos años ha reinado nuestra realidad a un sistema monetario hegemonizado por nuestro peso, nuestra moneda. Es imposible que las políticas económicas sean completamente efectivas cuando dependen de una forma tan fuerte del vínculo con la moneda estadounidense, de que la sociedad demande ahorrar en esa moneda, moneda que el país nunca estuvo ni estará en condiciones de garantizar a sus ciudadanos al nivel que hoy se exige y para los objetivos por los cuales se la demanda.

¿Corrupción?
Desde otra esquina se escucha la variante de que el motivo que encendió la chispa fue la corrupción calamitosa que aparentemente reina, en este tiempo, dentro de la órbita pública. Podríamos afirmar que, evidentemente, existen señales de que se dan situaciones poco clarificadas y que no todas las acciones de gobierno garantizan la inexistencia de ribetes de corrupción. Pero hay algo que tenemos que decir, y que no es poca cosa, este es uno de los procesos políticos que menos denuncias de corrupción ha tenido (denuncias reales), si tenemos en cuenta que quizás estemos siendo testigos de una de las Cortes Supremas más transparentes y mejor catalogadas en muchos años, creo que sin dudas estamos en un contexto de garantía bastante importante y que, sin asegurar completa seguridad, nos da un respaldo muy bueno a los ciudadanos comunes que siempre estamos, por defecto, en situación de desventaja ante el Poder Político y Económico.

En contexto
Más allá de todo lo anterior, es importante contemplar la realidad desde una posición que permita ampliar el panorama desde donde se observan las cosas. Estamos atravesando tiempos que quizás alcancen y casi seguro superen en cuanto a consecuencias, a los efectos ya percibidos de la crisis que empezó en EEUU en 2008 con la caída de Lehman Brothers, lo que hoy está sucediendo en Europa es de una gravedad potencial incalculable, porque actualmente está afectando y de una manera impresionante a toda la economía mundial, pero además no estamos en condiciones de evidenciar ningún camino por el cual se transitará en los próximos días (sí, días). En Grecia van a darse nuevamente las elecciones durante el mes de Junio, muchos aseguran que quienes están en contra de los ajustes tienen muchas chances de ser vencedores. España está en la cornisa y además se encuentra expectante a lo que suceda en Grecia (podría ser determinante sobre todo por un efecto contagio). Argentina no es un país que esté desconectado de este mundo y por lo tanto es indudable que sea afectada por los vaivenes que se dan en temporadas de crisis extremas de un alcance tan extenso (las monedas varían sus cotizaciones relativas de una forma tremenda todos los días, los commodities cotizan con variaciones importantes y con una inestabilidad inusitada, los flujos de dinero entran y salen de países con una frecuencia escandalosa, afectando de una manera contundente a aquella economía que se muestre vulnerable y dependiente de dicha corriente dineraria).
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